Jesús, amigo fiel.

Que la vida te regale momentos tan bonitos y únicos que logren borrar lo que hoy te agobia, que Dios siempre sea ese faro de luz en donde encuentres refugio y reposo y que nadie llegue a tu vida para restar sino para sumar. Nunca estarás solo en medio de lobos, porque eres una oveja delicada y cuidada por el gran Pastor que no vino a llamar a justos sino a pecadores al arrepentimiento así como tú y como yo, a pesar de que una decisión nuestra puede transformar o arruinar nuestro caminar.

Intenta buscar a Jesús como ese amigo que hoy te falta, como esa mano que no te tendieron, como ese abrazo que no te han dado, y como ese amor que nunca te han brindado, y te darás cuenta que siempre te ha estado esperando con los brazos abiertos porque Él te dará lo que el mundo jamás podrá darte.

¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso; y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido. Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.

Lucas 15:4-7 RVR1960