Existir y vivir

Todos existen, pero pocos viven, y me pregunto: ¿Qué sentirá aquel que tiene metas y sueños? Queremos ir a nuestro lugar favorito, saborear la comida que vemos tras una pantalla, a veces nos ahogamos en un vaso con dos dedos de agua, tenemos un pensar absurdo para muchos pero correcto para otros, no a todos les queda nuestro calzado y aún así queremos seguir andando con la suela ya desgastada. Vivir parece una locura en este mundo en donde algunos van en bicicleta, otros en carro y están los que caminan como tú y como yo, teniendo la ventaja mayor de admirar cada detalle creado por el Autor del universo. En nuestra humanidad nunca vamos a entender lo inexplicable de Dios, el por qué unos se van antes y otros quedan en agonía, el por qué la cuna de muchos es de oro y a la mayoría les tocó una cuna de madera que se degrada por la gotera que afecta la lluvia, se ve con tanta injusticia pero no lo creo, porque el que nos formó dijo que sus planes son de bien y no de mal para todo el que habita en este pequeño círculo llamado tierra.

Nunca es tarde para levantarse, avanzar y comenzar a creer en lo que llevamos dentro, esto no concluye sino hasta el último respiro de nuestra existencia, aunque hoy estamos y mañana no sabemos. Aplaudo al que existe, más sin embargo admiro al que decidió vivir en medio de pruebas, procesos y ataques, en donde la palabra rendirse no existe en el vocabulario, no todo lo que haremos va a encajar en otras vidas pero de algo si estoy segura que aunque todo nos es lícito, no todo nos conviene.

Esto solo es para llevarte a reflexionar un momento, ya que puedes existir y vivir al mismo tiempo, aunque fuera de la voluntad de Dios sería imposible sobrevivir en esta hábitat tóxica, puedo entender lo que no entiendes, me pasa igual que a ti pero recuerda que Dios es el mismo ayer, hoy y siempre. Sigue caminando, quizá en el camino te encuentres con aquel que te lo explicará mejor que yo.